Ajeno a la postura que se tenga respecto a la ceremonia, hay una verdad irrefutable: quienes tienen el honor de ser galardonados con el premio Óscar, escriben con letras de oro su nombre en la historia, consagrándose inmortales en el mundo cinematográfico.
El premio, entregado desde 1929 por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, busca promover la innovación y perfeccionamiento del séptimo arte reconociendo año con año a los mejores trabajos en las áreas de dirección, actuación, producción, escritura y trabajo técnico. Pero, ¿cómo se decide a los afortunados que tendrán que dar un discurso de aceptación?
Para poder aspirar a recibir la presea, es necesario cumplir con una serie de requisitos como el haber estrenado en al menos una sala de Los Ángeles, California, la película en cuestión el año anterior a la ceremonia de premiación, así como tener una duración mínima de 40 minutos, haberse filmado en 35 o 70mm, a 24 o 48 cuadros por segundo y en una resolución mayor a 1280×720. Además, es necesario que el productor del filme la registre en los archivos de la academia si se quiere participar en la competición.
Una vez completado el listado al final del año, es enviado a todos los miembros que forman parte de la Academia (no se ha revelado el número exacto, pero se estima que sean alrededor de 6,261). Los miembros, que son expertos en distintas áreas de especialidad, eligen de entre el listado entre 5 y 10 películas que crean que merecen reconocimiento por el trabajo realizado exclusivamente en la rama a la que pertenecen (por ejemplo, los guionistas solo erigirán a los nominados a mejor guión original y adaptado; en las categorías de mejor película animada, documental y de lengua extranjera, serán votadas por un comité especial). Deberán enlistar las películas de mayor a menor preferencia. Para poder ser consideradas como nominadas deben cumplir con un mínimo de votos (total de votos en la rama en cuestión entre el número de filmes listados, más uno). Resultado de ello se obtienen las nominaciones que se dan a conocer en enero.
La segunda ronda consiste en una votación directa en la que todos los miembros votan por sus películas preferidas en todas las categorías, siendo ganador de cada una el filme que reciba mayor número de votos. Sin embargo, para elegir al ganador de la categoría más importante (Mejor película) la decisión se lleva a cabo por medio del sistema de Voto Único Transferible (Similar al usado en Irlanda y Australia) pues asegura la mayor representatividad de la voluntad general del pleno. Para llegar a una decisión final, cada miembro deberá enlistar en orden de preferencia a todas las nominadas en dicha categoría. El filme que obtenga más del 50% de los votos, resultará ganador y el premio se entregará a los productores del mismo. Todos los votos son auditados por la firma PWC, garantizando así la veracidad del conteo.